jueves, 29 de octubre de 2009

-Se te olvidó el cepillo de dientes, tomálo-


El cepillo de dientes de la CHIC en tu baño es el primer símbolo de una avanzada agresiva a apropiarse de tu departamento sin la más mínima contemplación. Si las mujeres dicen que nosotros “miamos el portón”, el equivalente en ellas es “dejar el cepillo”.

Y es que no es una cuestión de “precarismo” de objetos de limpieza mal ocupando tu baño, no querido lector. Hablamos una invasión terrorista bien organizada. Lo que comienza como un “cepillo de dientes” termina en calzones húmedos secándose en las perillas del agua de la ducha, toallas higiénicas en la lista de tus compras del súper y cuidado… lo peor viene en camino… ella tomando decisiones decorativas de TU DEPARTAMENTO!!!!

Así que para que no te suceda eso (que a muchos nos ha sucedido) he aquí unos conserijillos que te salvarán el pellejo:

1-Después de la faena amorosa y en ese momento en que la CHIC se alista para irse revisa tu cuarto y tu baño, si encuentras algo de ella, acto seguido con UNA GRAN SONRISA se le devuelves diciéndole:

“Se te olvidó esto” Le das una palmadita en el espalda. Si la CHIC no capta, es porque no hay remedio y comía CRAYOLAS de pequeñita y eso le jodió la jupa.

2-Si aún con tu inspección pasaste algo por alto y luego encuentras ese “detallito” a menos de que sea un celular o un anillo de 7 kilates, el resto se va directamente al basurero. Si ella te pregunta, se lo dices tal cual es:

“Lo boté” Si no capta el mensaje es que tanta telenovela le comió el seso.

3-Repítele hasta el cansancio que te encanta tener tu propio ESPACIO y que saliste de la casa de tu padres porque no soportas compartir las cosas. Esta es la manera educada de decirle “mamita ni se instale”. Pero siempre hay laguna jupona que tergiversa el mensaje y lo tma como n desafío, ahí esas TESTA DI TORO está reservada la CRUEL VERDAD:

“No me gustas que me dejés cosas porque no sos la única que visita este departamento”

Crudo. Sí. Hijueputa. Sí. Pero ellas viven diciendo que le hablemos con la verdad, así que digámosla sin contemplaciones, que para trato de algodones y cuidaditos ya tienen amigas para eso, vos… vos sos tan solo el mae que se la coge y punto.

¡Cero tolerancia!